El mapa de Google Earth está compuesto por una superposición de imágenes obtenidas por imágenes satelitales, fotografías aéreas e información geográfica proveniente de modelos de datos SIG de todo el mundo. Aun que antes era una aplicación de pago, hoy en día ya la podemos instalar de manera gratuita. Nos va a permitir a los usuarios volar desde el espacio a nuestro vecindario. También podremos buscar escuelas, restaurantes, parques y hoteles, ver imágenes de lugares interesantes, y mucho más. (adsbygoogle = window.adsbygoogle []).push();
El programa nos va a permitir explorar tierras distantes o volver a familiarizarnos con aquel sitio que visitamos al otro lado del planeta. Todas estas cosas las podemos explorar mediante capas que incluyen carreteras, fronteras, lugares y más. No hay que olvidar que podremos ver el mundo a pie de calle con Street View, que trae integrado.
Linuxmint 19 ya esta en la calle
Hola. Efectivamente el paquete de las fuentes MS se llama como tú dices ttf-mscorefonts-installer, pero para realizar la instalación también te vale el comando que pongo en el artículo. He puesto una captura más para que se vea que con el comando indicado, también se pueden instalar estas fuentes. Salu2.
NetBeans IDE includes built-in support for Oracle Database. You can easily establish a connection from inside the IDE and begin working with the database. This tutorial demonstrates how to use a local installation of Oracle Database 10_g_ Express Edition (Oracle Database XE), a lightweight database that is free to develop, deploy, and distribute.
Los centros de información y asesoramiento toxicológico CIATs de América Latina, en el contexto de la pandemia de COVID-19, recibieron una serie de llamadas para consultas y asesoramientos relacionados con el uso de dióxido de cloro/clorito de sodio, que se estaban empleando en el tratamiento o prevención de dicha enfermedad. Dentro de la legislación vigente en los países de América Latina, no se contemplan productos farmacéuticos registrados para uso en humanos, ni se tiene evidencia de registros sanitarios en Europa, Canadá o Estados Unidos para tal fin, que contengan dióxido de cloro o clorito de sodio. Esta publicación, compila la información registrada como parte de la estadística del trabajo de ocho CIATs correspondientes a igual número de países de América Latina. Se identificó sexo, edad, sintomatología, circunstancia y grado de severidad de los 56 casos de pacientes intoxicados con dióxido de cloro/clorito de sodio registrados en el período del 15 de marzo al 30 de septiembre de 2020 en estos ocho países. Los resultados obtenidos confirman que la causa más común fue por mal uso, y el lugar de ocurrencia fue el hogar o sus alrededores, siendo el mayor porcentaje adultos jóvenes comprendidos entre 30 y 49 años. Los síntomas de intoxicación más frecuentemente encontrados fueron gastrointestinales, seguidos de cardiovasculares y respiratorios. La vía de ingreso al organismo en la mayoría de los casos fue por vía oral, reportándose algunos casos por vía inhalatoria, y en el 50% de los casos se constituyeron casos de severidad moderada, severa o fatal (3 fallecimientos). Este estudio contribuye a generar información relevante para las diferentes autoridades sanitarias, los ministerios de salud, las entidades encargadas de inspección, vigilancia y control de los países en los que se comercializan estos productos de manera ilegal por medio de redes sociales y promoviéndolos para uso en humanos para prevenir o curar COVID-19.
Muchos servicios y atenciones de salud han sido interrumpidos en todo el mundo debido a la limitación de los recursos y a la aprensión general a la hora de hacer uso de los servicios de salud por miedo a contagiarse con la COVID-19 (FDA 2019). En este contexto es que algunos productos que contienen dióxido de cloro (sustancia química usada como desinfectante de superficies y bio-cida), se han promocionado de manera desacertada como tratamiento preventivo y curativo para la COVID-19, sin contar con ninguna evidencia científica que avale su seguridad y eficacia. Al mismo tiempo numerosas sociedades científicas, agencias reguladoras, gobiernos y expertos han levantado alertas desaconsejando su uso y advirtiendo de sus riesgos (AEMPS 2010, 2020; FDA 2019; Ordóñez-Iriarte y Castillo-Lozano 2020; ATA 2020; OPS 2020; REDCIATOX 2020; INVI-MA 2020; RACIM 2020; Ministerio de Justicia 2020). La promoción del uso de dióxido de cloro/ clorito de sodio para tratamiento y prevención de la COVID-19 en varios países, ha generado un incremento en el número de consultas a los Centros de Información y Asesoramiento Toxi-cológico (CIATs) de América Latina, en las que dichos productos estaban involucrados en casos de intoxicación. Las consultas y/o solicitudes de información se reciben, entre otros, a través de correo electrónico y llamadas a los sistemas específicos de los centros. Los solicitantes corresponden a profesionales de la salud y de la comunidad en general.
Ante esta problemática, la Red de Centros Toxicológicos de Centro América (REDCIATOX 2020) convocó a sus similares, en la Red de Toxicología de América Latina y el Caribe (RETOXLAC 2021), a reunir información sobre casos de intoxicación reportados con los citados productos químicos, a fin de ser analizados estadísticamente y de manera conjunta, integrar el trabajo en red.
En los diferentes escenarios de riesgo de intoxicación por exposición a estos químicos se ha identificado: la ingesta de dióxido de cloro/ clorito de sodio, el uso externo de dióxido de cloro/clorito de sodio y la inhalación accidental del gas cloro, durante su preparación doméstica o industrial.
El clorito de sodio (NaClO2) es una sustancia sólida, de color cristalino blanco. Se utiliza como precursor de dióxido de cloro para purificación del agua, blanqueador de pulpa de madera y textiles, grasas y aceites, desinfectante de uso veterinario. Es un fuerte oxidante y corrosivo en concentraciones al 25% (NCBI 2020a). Las soluciones preparadas en forma artesanal en domicilio a partir de clorito de sodio y un ácido, se asume que tienen concentraciones variadas, por ser difícil establecer las cantidades utilizadas de los precursores químicos y la concentración que alcanza en el agua de solución (EPA 2000). Existe poca información sobre su toxicidad específica en seres humanos. Estudios en animales y casos clínicos reportados muestran efecto irritativo- caustico y daño hematológico: me-tahemoglobinemia y hemólisis. Estos efectos conllevan complicaciones como coagulación intravascular diseminada e insuficiencia renal (NPIS 2020; Lin y Lim 1993; Romanovsky et al. 2013; TOXBASE 2020).
La ingesta de solución de dióxido de cloro preparada según las instrucciones del vendedor o de acuerdo a lo recomendado en tratamientos naturistas difundidos por internet, por su potente acción oxidante conlleva la presencia de manifestaciones clínicas locales, donde el ion clorito por transformación del ClO2, desnaturaliza las proteínas del epitelio digestivo (interacción con los grupos tiol) generando quemaduras químicas, traducido en la presencia de náuseas, vómitos intensos, diarreas severas, disfagia, intolerancia alimentaria, esofagitis cuadros de gastritis erosiva (TOXBASE 2020). A su vez, los iones de clorito pueden ser absorbidos por difusión pasiva hacia sangre, donde por su acción oxidante provocan hemólisis y generan metahemoglobinemia, además de insuficiencia hepatorrenal y trastornos del ritmo cardíaco al prolongar el intervalo QT, entre otros trastornos (Hagiwara e Inoue 2015;Bathina et al. 2013). Por lo tanto, son los me-tabolitos y subproductos del dióxido de cloro (especialmente el clorito) los responsables de los efectos toxicológicos del dióxido de cloro ingerido (Patel y Wong 2000).
Los CIATs participantes en el registro compilaron 61 casos, de los cuales 56 cumplieron los criterios de inclusión antes mencionados. Los 5 restantes correspondieron a pacientes asintomáticos. Los casos de intoxicación o exposición a dióxido de cloro o clorito de sodio según país se muestran en la Tabla 2. La mayoría de los casos presentados en los Centros se atribuyen a la intoxicación/ exposición a productos a base de dióxido de cloro (91,1%) y el 8,9 % corresponde a clorito de sodio, con un activador ácido. El CIATOX registró el 50% de las intoxicaciones de este reporte, seguidos por el 10,7% del CITUC, el 8,9% el CIAT/ Mendoza y CIT cada uno y el 5,35% registrados igual por CIAT, CISPROQUIM, CNCI, CIAT/Uru-guay, cada uno.
En la Tabla 5 puede observarse que los síntomas/ signos gastrointestinales son los predominantes en los cuadros clínicos de los pacientes intoxicados, 73,2%. Estos fueron seguidos de alteraciones cardiovasculares y trastornos respiratorios. Según los reportes de los CIATs, debido a la falta de tecnologías en salud, no ha sido posible evaluar metahemoglobinemia en todos los casos, sin embargo, no se descarta que pudiese estar presente en los casos reportados. Puede observarse que en 5 de los pacientes se documentaron trastornos hemorrágicos y sólo en uno de los casos se pudo confirmar metahemoglobinemia (23,6%) y hemolisis.
La principal vía de exposición, 95% de los casos, fue por vía oral y el 5% de los casos fue por vía inhalatoria como lo indica la Tabla 6. Para los pacientes que lo ingirieron, se reportaron diversas formas de preparación, uso y consumo. Desde la ingesta de volúmenes variados del producto directamente del frasco en poco tiempo, de manera constante, hasta diluciones ingeridas en dosis única o multidosis en tiempos inespecíficos. En el caso de la vía inhalatoria se incluyó dentro de las historias de los casos, algunas técnicas de uso como nebulizaciones, aplicándolo directamente en las mascarillas o inhalando del frasco que lo contenía.
Los 3 casos fatales, correspondieron a: un paciente masculino de 26 años que presentó falla multiorgánica, shock séptico y coagulación in-travascular diseminada con historia de consumo en volumen desconocido de dióxido de cloro. Los otros dos pacientes, corresponden a adultos mayores, uno de 75 años que presentó vómitos, diarrea, hematuria, acidosis metabólica, con historia de ingesta de MMS purificador de agua, en volumen desconocido y otro de 72 años con historia de ingesta de dióxido de cloro 2 ml en medio vaso de agua, cada día por diez días, presentó disnea, malestar general, taquipnea con comorbilidades. 2ff7e9595c
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